Un cardenal en la corte de los gatos
La web culturizando.com nos ofrece una breve y curiosa semblanza del todopoderoso cardenal francés como un enamorado compulsivo de los gatos, a los que – nunca mejor dicho – trataba con “honores de Estado”. Sus nombres delatan una faceta peculiar de la personalidad de Richelieu:
Félimare (atigrado)
Gavroche (semi-angora)
Gazette (muy indiscreto)
Lucifer (negro como el azabache)
Ludovico el cruel (inveterado asesino de ratas)
Ludoviska (amante polaca de Ludovico el cruel)
Mimi-Paillon (un angora dorado)
Mounard le Fougueux (follonero, vivo y caprichoso)
Perruque (peluca)
Pyrame y Thisbé (se profesaban una atracción mutua y llevaban el nombre de los dos amantes
de la mitología griega).
Racan (nombre de poeta y académico)
Rubis sur l’ongle (Rubí sobre la uña, bebía su leche siempre hasta la última gota)
Serpolet (adoraba el sol)
Soumise (Sumisa, a la que el cardenal calificaba de «gata dulce y muy cariñosa»… era su favorita)
Más allá de la anécdota y de las peculiaridades de cada uno de los mininos, el caso evidencia que existe un hilo, que une la sensibilidad para las artes y las letras del dignatario y su dedicación entusiasta a sus felinos. Muy comprensible.