El enigma Plath
Entre los objetos personales que Sylvia Plath dejó a su muerte, aquel 11 de febrero de 1963, se encuentra este dibujo: “Gato francés curioso”. En su enigmática mirada, habitan las preguntas que nunca se respondieron, las encrucijadas que nunca se resolvieron, el sufrimiento que nunca se redimió. La frágil cabecita de este gatito se asoma queriendo saber lo que pasa de este lado de la pared o de la puerta; sin embargo, no proyecta sus ojos hacia nosotros, sino hacia algo que parece estar a nuestra izquierda, pegado tal vez a nuestro cuerpo, algo que ni siquiera sabemos lo que es, algo indescifrable, que queda en sombra.