La fiebre felina de Charles Laughton
Cuando, a principios de los años 30 del siglo XX, el actor y director de cine Charles Laughton llegó a Hollywood con su esposa, Elsa Lanchester, ésta se sentía muy sola mientras él trabajaba en sus películas. Para aliviar esa sensación, el matrimonio se hizo con un gatito negro llamado Nero, que fue el primero de muchos mininos en su hogar. La pareja, entonces, empezó a introducir el mundo felino más y más en su día a día, hasta el punto de que Elsa consideró la idea de montar un espectáculo basado en el Old Possum’s Book of Practical Cats de T.S. Eliot, que nunca se concretó por la negativa del propio poeta a que se llevara a cabo.
El director de cine Jean Renoir cuenta que una mujer cercana a la familia de Laughton le apodó cariñosamente a Laughton como «el gran gato», apodo que éste lucía con orgullo, emitiendo incluso sonidos de ronroneo para ratificarlo. Para entonces, lo felino era ya una constante en la vida y el trabajo del actor. Por ejemplo, en la película This Land Is Mine, dirigida por Renoir y protagonizada por Laughton, aparecerá un gato en la trama, claramente inspirado por la relación de Laughton con estos animales; incluso se especula que era el propio gato de Laughton y Elsa.
¡Cómo no entender la fiebre felina de este genio del cine, inmortal como actor, en su papel de Sir Wilfrid Roberts, abogado de Testigo de Cargo, o como director de La Noche del Cazador, el cuento de niños más escalofriante jamás llevado a la pantalla!