Gatos en el “Semillas” de Ann Nocenti y David Aja
La novela gráfica “Semillas” (“The Seeds”, 2021) es una imponente distopía creada por Ann Nocenti y David Aja, donde buena parte de las pesadillas sobre el futuro de la humanidad se convierten en cotidianidad. Una sociedad dividida y destruida, víctima de una catástrofe ecológica, que lejos de acabar con la especie la somete al rigor de la más anodina decadencia, agoniza sin ser capaz – ni siquiera en el contexto de una masiva descomposición – a tratar de superar las rémoras que la atenazan.
Más allá, en todo caso, de entrar en el contenido de esta magnífica obra del arte secuencial, queremos fijarnos en el glorioso tempo de la misma, que convierte a la secuencia de viñetas en una especie de partitura en la que cuidadosamente se van distribuyendo los diferentes temas explícitos o no, con toda la magia de la composición musical.
La cuarta parte de esta obra, titulada “Resaca” viene definida por el tempo felino. De hecho, el propio apartado se halla enmarcado por la figura de un gato, del que se muestra el esqueleto, inserto en la figura geométrica de un cubo. Los apartados anteriores se articularon a través de la abeja, la tortuga y el ser humano. Este último segmento de la narración elige a los gatos para concentrar la atención del lector, que está recibiendo los inputs del desarrollo de la acción en movimientos, miradas y ademanes felinos. Esta forma de narrar, disociando texto e imagen para conseguir un verdadero efecto reflexivo, sin ser nueva en la propuesta de Nocenti y Aja, sí que se expresa aquí con sumo virtuosismo. Y por debajo de ella – lo que para nosotros es sumamente interesante –, late un maravilloso estudio de la cadencia de los movimientos expresivos de los gatos; algo que sólo un maestro como David Aja es capaz de realizar con semejante delicadeza.