Homenaje a los animales abandonados

Arte comprometido contra el sufrimiento animal

Exhausto, mojado, hundido… durante años, había conocido el placer de un hogar, el calor, los largos días de reposo, el amor de los niños. Sin darse cuenta, una mañana se vio solo. Había perdido a su familia. Corrió durante semanas en la dirección que le dictaba su instinto, pero todo le resultó extraño, oscuro, vacío. En los ojos de los desconocidos, no vio más que el miedo. El mundo empezó a ser el miedo.

Por fin llegó a un pueblo junto al mar, una noche de lluvia… Dormido junto a un muro, sintió que una criatura se abría camino entre el calor de su ya delgadísima barriga. Se incorporó asustado y vio el rostro inocente de una gatita rubia, calada y sucia, que no parecía dispuesta a salir de su seno. La tormenta arreciaba y él se incorporó, convirtiendo su cuerpo en refugio. Así sería ya para siempre.