Una sonrisa antes del fin del mundo
Lucía sonríe. Igual que aquel dios que creó el mundo con su danza, ella ha creado el suyo con su sonrisa. Con ella, abre las puertas y los corazones. No la perturba ni la mortal seriedad de las cosas ni los oscuros heraldos del futuro.
Lucía cree, como decía Vladimir Vyssotsky, en la pureza de las nieves y de las palabras. Su lenguaje es el del compromiso verdadero, por eso la entienden igual los animales y las personas.