El teckel que visistaba a Las Meninas
Si uno se aproxima a la obra de los últimos años de Picasso, descubrirá en ella la presencia constante de un divertido teckel, que pronto empezó a colarse en algunas de sus Meninas. Su nombre, Lump (sinvergüenza, en alemán) parece dar buena cuenta del carácter travieso del mismo. Ese carácter, no obstante, más que traslucirse en las innumerables fotografías que lo retratan junto al artista, parece demostrarse más claramente en sus apariciones pictóricas.
En todo caso, si hay una obra en la que Lump se muestra en su esencia más extraordinaria es en un garabato, realizado con un solo trazo genial, en el que el pintor malagueño describe a su idolatrado perro de un modo inigualable.
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