Un perro en mi diccionario
Es un hecho que las personas, con nuestro uso diario de la lengua, conformamos el contenido de los diccionarios, que terminan por albergar dentro de sí un variado muestrario de contradicciones del que resulta difícil salir. El hecho de que la figura del perro hasta los últimos cuarenta años se asociara a la calle, el peligro, los mordiscos, la rabia y un rosario aún mayor de sordideces, no obsta para empezar a pensar que nuestra percepción de este animal hoy no se corresponde ya con eso. Desde Cat&Dog Tank, proponemos el sencillo ejercicio de esforzarse en no emplear en nuestro uso lingüístico acepciones negativas de la palabra “perro”, para que empiece a cundir un uso positivo, que acabe sugiriendo a la academia que determinadas acepciones de las palabras hayan de ser ya señaladas como “en desuso”. Resulta insoportable que si uno acude al diccionario de la RAE (https://dle.rae.es/perro) aún se encuentre con la segunda acepción de “perro”, que dice:
2. m. y f. coloq. Persona despreciable. U. t. c. insulto.
O con la sexta:
6. f. prostituta.
O con la décimo segunda:
12. adj. coloq. Dicho de una cosa: Muy mala o indigna. Vida perra.
Las voces del diccionario son hijas de su tiempo. Es hora de que las de hoy muestren que, efectivamente, somos una sociedad distinta y mejor. ¿O no?