Concurso de Microrregatos: un éxito absoluto
Un gato tuerto se recupera en un santuario y una perra que tenía el don de prever la muerte de los humanos, por fin es adoptada. Mientras unos se envuelven en caricias y ronroneos, otros aprovechan el sueño de su familia para planear cómo tirar al suelo sus cuadros. No faltan los cruces de miradas en los que animal y humano se reconocen y deciden proyectar una vida juntos. A veces, se trata de breves descripciones de encuentros a la luz de la luna, otras, de biografías felinas completas, desde la calle hasta el trono familiar. En ocasiones algunos de los gatos y los perros, se encuentran decepcionados por el entorno al que les han sometido sus dueños y, en otras, el relato hace una llamada a no humanizar a los animales que viven en nuestras casas.
Pero, en general, los #Microrregatos cuentan historias sobre alimentadores de colonias, llenas de ternura pero también de tragedia; como aquella de la paulatina desaparición de los miembros de una colonia felina. Historias de abandonos, de adopciones, de familias diversas y felices, de protectoras, de juegos, de lealtades y amistades… Historias íntimas que revelan la difícil adaptación de gatos y perros a su hogar humano; historias de ángeles que salvan y que cuidan; historias de nombres de gatos; historias cuasi bíblicas que relatan como hay gatos celestiales y hasta Reyes Magos felinos; historias de gatos que saben de parejas que nos convienen y que no; historias necesarias como la que se solidariza con el pobre gato de Schrödinger, que no por figurado nos hace sufrir menos; historias de gatos y de perros, de camitas y de mantas raídas… y, casi siempre, historias de amor.
La extraordinaria acogida de nuestros #Microrregatos ha desbordado, con mucho, nuestras expectativas más optimistas… Más de 80 piezas presentadas dan buena cuenta de ello. La cultura felina y canina está en un momento maravilloso, del que – de un modo u otro – todas y todos formamos parte. Muchísimas gracias.